¿Qué pasa con la seguridad del Presidente Obama?

Omar Gonzales, el hombre que hace casi 10 días logró saltar la reja del jardín de la Casa Blanca eludiendo a la vigilancia, antes de ser detenido, logró ingresar más al interior de la residencia presidencial de lo que se supo hasta ahora. Gonzales logró en realidad superar el Pórtico Norte, donde agredió y superó a una agente mujer del Servicio Secreto, y entró en la planta baja del edificio, llegando hasta el Salón Este, según dijo una fuente del Congreso citada hoy por el diario New York Times. Ex veterano de Irak, país al que fue enviado en tres ocasiones, Gonzales ignoró todas las órdenes de que se detuviera. Su capacidad para llegar tan lejos en el edificio más vigilado del mundo disparó preguntas sobre los procedimientos de seguridad en la Casa Blanca. Gonzales, nacido en Lares, Puerto Rico, estuvo a un paso de acceder a la Sala Verde, según los detalles del incidente revelados por tres fuentes informativas al Washington Post. El veterano de 42 años dominó a un agente del Servicio Secreto cuando llegó al Pórtico Norte, donde, según los informes del Servicio Secreto, fue bloqueado. Sin embargo, Gonzales prosiguió su carrera e ingresó a la Casa Blanca, dirigiéndose por las escaleras hacia el apartamento presidencial. Entonces, sin embargo, cambió de dirección y llegó a la Sala Este, el salón mas grande de la Casa Blanca que se utiliza para recepciones, ceremonias, conciertos y banquetes, y a menudo también para las conferencias de prensa del presidente Barack Obama por televisión. En ese punto sí fue bloqueado por un agente del Servicio Secreto pero sólo después de haber cubierto los 25 metros de la sala y cuando estaba a punto de ingresar al Salón Verde. El presidente Obama no se encontraba en la Casa Blanca durante la irrupción de Gonzales pero se había retirado "pocos minutos antes", explicaron los informes del Servicio Secreto. Diez minutos antes había subido al Marine One, el helicóptero presidencial con destino a Camp David para pasar el fin de semana con su familia. Los nuevos detalles arrojan ahora más leña al fuego de la controversia, sobre todo después de que la semana pasada se reveló que Gonzales había sido detenido el 19 de julio en una localidad del Estado de Virginia, en posesión de un fúsil de precisión y un mapa de Washington, con un cerco trazado en torno a la Casa Blanca. El veterano de Irak recuperó la libertad bajo caución, pero el 25 de agosto fue nuevamente detenido por agentes del Servicio Secreto que lo vieron vagando por los alrededores de la Casa Blanca, con un hacha en el cinto. De ser ciertos estos detalles, serán suficientes para "poner en la parilla" a la directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, que hoy compareció ante una Comisión Bipartidista del Congreso que quiere saber si la falta de disciplina es el origen de una seria de episodios más o menos recientes en que la agencia responsable de la seguridad del presidente que ha estado en los últimos tiempos en el centro de tormentosas polémicas y episodios embarazosos. Además de esta alarma, Gonzales ha confesado al Procurador Federal que se ocupa de la investigación, que "he representado un peligro para el presidente".